El café de los recuerdos

Al café llegué por una escalera bastante empinada que daba a la calle, del otro lado de una puerta de madera. Era un primer piso con pintorescos balcones y bastante espacioso, en buena parte, por tener únicamente mesas para dos. En realidad, el cartel de la puerta decía “Casa de té”, pero yo sabía perfectamente … Continúa leyendo El café de los recuerdos