Cachado
Ya no podía correr a la misma velocidad. Llevaba demasiado tiempo escapando; los músculos comenzaban a rendírsele y los pulmones se le inundaban de fuego con cada inhalación. Sólo la desesperación lo impulsaba hacia adelante, la razón llevaba cuadras rogándole que se detuvieses, e incluso su instinto de supervivencia guardaba silencio. El siguiente calambre no … Continúa leyendo Cachado